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TODAVÍA

La calidad en la producción de nuestras cachazas comienza con la preparación del suelo. Con la guía experta, el suelo se corrige y fertiliza. Después de las correcciones necesarias, la plantación se realiza con plántulas seleccionadas, buscando asegurar la mejor relación “cantidad de caldo y concentración de sacarosa”.

 

La caña de azúcar se corta de forma manual, libre de quema, y la cantidad cortada se define de acuerdo con la producción diaria planificada, garantizando así el uso de materia prima “fresca”.

Al llegar al ingenio, la caña ya ha sido raspada y limpiada.

El lavado del molino, de los tubos de acero inoxidable, del decantador y del vaso de dilución se realiza con agua a presión, provista por el pozo artesiano de nuestra propiedad.

 

La criba de acero inoxidable, instalada en el molino, garantiza la recolección total del bagazo del jugo, previo a la etapa de decantación. Por gravedad, el jugo de caña de azúcar pasa por el decantador y el vaso de dilución. Después de estandarizar el caldo a 15° en la escala Brix, el llamado mosto pasa a las cubas de fermentación.

La levadura utilizada en nuestra producción fue desarrollada por la Universidad Federal de Minas Gerais, denominada CA 11, para garantizar un excelente estándar de calidad. El mosto, cuando alcanza los cero grados en la escala Brix, es conducido, por gravedad, al alambique para la etapa de destilación.

El alambique está compuesto por máquinas y utensilios de alta calidad y tecnología, adquiridos en la fábrica de alambiques Santa Efigênia, en Itaverava/MG. El horno de alambique se abastece con bagazo de caña de azúcar y trozos de eucalipto cultivados en nuestra propiedad. La preservación del medio ambiente es un factor de honor para nuestra empresa.

El producto de la destilación se separa en tres partes: cabeza, corazón y cola. Nuestra cachaza se elabora exclusivamente a partir del corazón, la parte más noble de la destilación, libre de contaminantes nocivos para la salud, el sabor y el aroma. El corazón se traslada a las tinas de maduración para descansar por un período mínimo de 90 días.

Después de este período, la cachaza noble y especial se transfiere a tinas de acero inoxidable para su almacenamiento, maduración y ablandamiento.

 

 La cachaça, después de la maduración, se almacena en barriles de madera, entre los que predominan los árboles de roble, amburana, balsámico y castaño.

Durante el período de molienda y destilación, se realizan semanalmente pruebas de acidez y cobre para asegurar los índices exigidos por la legislación vigente. Si ocurre alguna anormalidad en las pruebas, se realiza una doble destilación de todo el producto y si persiste, se desechará.

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